Cuando menos te lo esperes, me olvidaré de ti.
No lo dudes. Ni siquiera te aproximes a la duda, porque lo tengo decidido.
Pero antes, aliméntame una vez más con tus bocados. ¿Qué te parece? Tras la cara oculta del telón de este escenario, que montamos en la luna de una noche de verano. Un teatro donde los sueños no se hacían realidad, sino que los pedacitos de realidad se transformaban en sueños. Naufraguemos en este océano de asfalto que nos separa, para que nos devore una isla perdida de un mar de las Bermudas. Seamos maleducados, faltémonos al respeto en soledad, la tuya, la mía, la que nos desnuda sin delicadeza. Eso no va con nosotros, ¿verdad? Esa ventana cerrada que no deja entrar el desaire que nos arrojamos cuando estamos juntos. Porque al tiempo y al espacio se la suda cuándo y dónde estemos, hazte fuerte, hazme fuerte, y que nuestro estruendo les silencie. Súbete al escenario, aquí te espero. O mejor, dime que has montado un nuevo coliseo donde librar nuestras batallas. Dime que te ha vuelto loca la distancia, el sabor de la derrota de aquel sueño derrotado. Aquí, a mi vera, a la tuya, en el filo de tus labios, los que una vez pronunciaron un tequiero bajo las lágrimas de una lluvia del otoño.
Puedo olvidarme de ti, pero no quiero.
Cuesta tanto distinguir el punto medio entre olvidarte y no hacerlo…
Cuesta tanto no pensar en tus bocados…
No lo dudes. Ni siquiera te aproximes a la duda, porque lo tengo decidido.
Pero antes, aliméntame una vez más con tus bocados. ¿Qué te parece? Tras la cara oculta del telón de este escenario, que montamos en la luna de una noche de verano. Un teatro donde los sueños no se hacían realidad, sino que los pedacitos de realidad se transformaban en sueños. Naufraguemos en este océano de asfalto que nos separa, para que nos devore una isla perdida de un mar de las Bermudas. Seamos maleducados, faltémonos al respeto en soledad, la tuya, la mía, la que nos desnuda sin delicadeza. Eso no va con nosotros, ¿verdad? Esa ventana cerrada que no deja entrar el desaire que nos arrojamos cuando estamos juntos. Porque al tiempo y al espacio se la suda cuándo y dónde estemos, hazte fuerte, hazme fuerte, y que nuestro estruendo les silencie. Súbete al escenario, aquí te espero. O mejor, dime que has montado un nuevo coliseo donde librar nuestras batallas. Dime que te ha vuelto loca la distancia, el sabor de la derrota de aquel sueño derrotado. Aquí, a mi vera, a la tuya, en el filo de tus labios, los que una vez pronunciaron un tequiero bajo las lágrimas de una lluvia del otoño.
Puedo olvidarme de ti, pero no quiero.
Cuesta tanto distinguir el punto medio entre olvidarte y no hacerlo…
Cuesta tanto no pensar en tus bocados…
1 comentario:
BRUTAAAL!! Donde ha estado este blog que nunca lo habia visto? jajaja me gusta mucho todo lo que tienes aqui, me verás muy a menudo, estare pendiente de tus proximas entradas... Muchos besos!
Te invito a pasar por mi blog, nos estamos leyendo =)
http://matandolasnormas.blogspot.com/
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