jueves, 27 de octubre de 2011

Genética evolutiva

A veces, no estaría mal ser una bestia para hibernar entre tus piernas. O cuando el viento sea ventisca, y refugiarme en la gruta de tu ombligo. Ser un díscolo salvaje, un animal, para dejar las huellas de mis garras por tu espalda. Bajar por el monte de tus labios, respirando de tu aliento, reflejándome en el lago de tus ojos pardos.

Tampoco me dolería arrojarme al vacío desde la palma de tu mano… si tuviera alas. Volar en círculos alrededor de tus caderas, y descansar en cualquiera de tus ramas. Aterrizar en tus papilas gustativas, amerizar en tu saliva. Tener plumas, para hacerte cosquillas en la nariz y que silbe tu sonrisa. Tener pico, y acudir a alimentarme hasta tu nido.

O ser caballo relinchón, y pastarte la piel como si no hubiera un mañana. Bailar al trote con tus pies, y al galope en tus pezones. Que me montes sin la silla de montar, brincar como un corcel ingobernable en tus cultivos. Ser un potro pura sangre, que bombee tus latidos; ser caballo ganador, y apostar por tus andares; o uno pinto, y mis manchas tus lunares.

A veces, no estaría mal ser alguien como yo, y que te sueñe. El sol ya no saldría, al sol lo secuestraba y pediría un trillón de lacasitos de recompensa. La luna no se escondería… la luna sería nuestra mascota en peligro de extinción.

Que te sueñe. Con tenerte.
Con tenerte, para dejar de ser cautivo.
Para volar, y relinchar, y quién coño sabe…

1 comentario:

Unknown dijo...

nose, pero en algun momento del poema desee ser yo a quien le dedicas esta prosa =) esta muy sexy! =) Besoos!! =)

http://matandolasnormas.blogspot.com/