lunes, 13 de noviembre de 2017

Último asalto


No tengas prisa, querido mundo. Algún día serás testigo de la auténtica revolución. La guerra que late en la distancia hoy es el suave redoble de un tambor. Mañana, la estampida de Jumanji.

No tengas miedo, querido mundo. Una orquesta sinfónica está preparando su mejor concierto. Rugirá furioso el viento en los oídos de quienes no quieren escuchar. Vibrarán las cuerdas vocales acalladas hasta romper la barrera del sonido. El ritmo de la percusión lo impondrá el paso firme de un gigante arrebatado.

Créeme, oh mundo malherido, llegará el momento. La operación está en marcha, dale tiempo. Ataque total por tierra, mar y aire. Llegará la hora de los boinas verdes, un ejército de pinos, robles y eucaliptos que abandonarán los bosques calcinados para aplastar la codicia dominante. La legión de infantería evacuará cunetas y jardines para machacar con sus raíces los índices bursátiles. Florecerá la resistencia en cada hectárea devastada de tu reino.

Ahí estará el cuerpo de marines desembarcando a lo Normandía. Ahí llegarán los peces con petróleo en las arterias, las ballenas con arpones por banderas. Los arrecifes de coral invadirán las carreteras y la espuma de las olas será el cava del futuro. Escuadrones de pingüinos tomarán los parlamentos en ausencia de glaciares. Focas y zorros se abrigarán con la piel de sus verdugos.

El espacio aéreo quedará colapsado por un batallón de aves furiosas. Los cuervos aterrizarán con maestría en las pupilas de la envidia, plumas afiladas como dagas lloverán perforando los tejados. Los gases contaminantes usarán agentes químicos desde las trincheras, loros y cotorras darán voz a la oprimida mayoría. A los buitres mercenarios les espera un festín en entidades financieras.

No habrá nombres suficientes para tantos huracanes, las tormentas serán de clorofila. Será la guerra subversiva, la guerra relámpago, la guerra de guerrillas. Será desde el fango, desde la arena, desde las profundidades marinas, desde las entrañas de las nubes.

Llegará el momento, querido mundo. La venganza de la naturaleza.
Y después de todo eso, habrá un silencio atronador.

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