Callo más de lo que digo porque la mayor parte del tiempo estoy estrujándome los labios para no pensarte.
Y esta carne se deshace en abono fertilizando el páramo donde alzó el vuelo la más hermosa de las golondrinas, y vuelve cada invierno el ave fénix.
El último rincón del fin del mundo.
Un cajón de arena donde jugar.
A ser oasis.
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