Un día cualquiera, puede que tras un delicioso desayuno mediterráneo, o escuchando a Buddy Holly en la radio, o a las cinco de la madrugada como fruto de un desvelo.
A la luz de un microscopio, en una almohada, acariciando a un gato en una recóndita calle de Bombay o de La Habana, qué más da. Llegará esa idea con incontables años de trabajo cargados a su espalda, con océanos de sudor derramados en su búsqueda.
Y será un día cualquiera, y una persona cualquiera, en un lugar cualquiera. Y será un genio, o un becario, o un tipo que barría el laboratorio y sin quererlo, pobre diablo, tropezará contra una mesa y mezclará el líquido de dos probetas que sacarán al conejo escondido de la chistera
Porque da igual el cuándo, el dónde y el cómo. Porque llegará.
Hasta entonces, espera. Y vive con miedo a todos esos que luchan para combatirte.
Porque nadie se rendirá ante ti.
*Día Mundial contra el cáncer
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