Quizás fuera que las cartas del tarot
se guardaban corazones en la manga.
Quizás fuera mi disfraz de seductor
con pase vip bajo su falda.
El caso es que, tras un trago,
me acerqué con el latido desbocado.
“Qué extraño es todo esto, preciosa,
tú tan sola, y yo tan poco acompañado”, la susurré al oído.
Y, sin más conejos en la chistera,
esperé las calificaciones
de vulgar aprendiz de mago.
El caso es que, si no me hubiera sonreído,
yo, quizás, no hubiera cogido el testigo
de seguir sus pisadas por la acera.
“Vamos deja que te lleve, querido”,
dijo montándome en su Harley.
“Cómo resistirme, muñeca”, si acabamos
probando los muelles de la cama
en un motel de carretera.
Tres ratos y un cigarro del después, nos enroscamos
desnudos entre las sábanas.
Y en las cábalas del amanecer, me desperté
con su pintalabios en la almohada.
El caso es que, si en la toalla de lavabo
no hubiera apuntado su teléfono,
volvería a la cicuta de los bares,
y si la he visto, no me acuerdo.
Aquella noche, volvió con falda,
Melena al aire y aires de musa.
Volví a caer por capricho de domar
el salvaje escote de su blusa.
Entramos como un huracán
en un mesón, comiéndonos a besos,
cuando el maître del local
vio el percal y arregló mesa para dos.
Tres botellas de champán francés
despertaron de nuevo los gemidos
en nuestro nido del amor.
El caso es que, con ganas de abrazarla,
abandoné el furor de enamorarme,
sabiendo que con las medias naranjas
se hacen zumos en los bares:
la dejé en los brazos de Morfeo,
cogí la ropa y emprendí el vuelo.
“Doctor, me estaba atrapando en sus redes
comprenda mi automedicación”.
“Comprendo caballero. Continúe cada noche
con su terapia de seducción”.
Para los ligues que no ven la luz del Sol...
viernes, 16 de abril de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
Jueves de risa en PePe Pizza
"Abrimos franquicia a la vuelta de la esquina. Ofertamos pizzas a su gusto y a medida, para los hombres hambrientos y las mujeres comilonas. Ya adelantamos que el menú es atractivo y suculento, déjense llevar por la tentación de nuestros sanos alimentos ricos en hipocresía y corrupción.
Distinguirán nuestros locales por su radiante color azulado. Una hermosa gaviota de neón iluminará nuestros tejados. Seguro que ya habrán visto los carteles que decoran las farolas de las calles: ‘No vendemos las pieles de los osos antes de cazarlos’. Es el lema que abandera la política de empresa. 'PePe Pizza' ha aterrizado en el mercado, abandonen esa dieta izquierdista tan inútil y opresora, apriétense el corsé señoritas de alta cuna, llegó la hora de poner fin al monopolio de los banquetes de comuna.
Para abrir boca, apunten deprisa. Jueves de risa en 'PePe Pizza', toda nuestra carta a mitad de precio. Recomendamos pizzas con masa clásica, distinguidas bases rojigualdas rellenas de jugosa salsa eclesiástica. Bocatto di Cardinale para los paladares más exigentes.
Los primeros ingredientes, mejor picantes. Una fina capa de petróleo del cantábrico aderezada con encubrimiento informativo. Los clientes gallegos agradecerán que nos acordemos de sus platos tradicionales. Por encima, unos champiñones de las Azores al vapor de metralla imperialista. Son nuestras propias armas de degustación masiva.
Prometemos una auténtica explosión de sabores con los siguientes condimentos. Salpimentamos nuestras pizzas y las cubrimos con néctar de prevaricación y cohecho. Agregamos adobo y picadillo desde el lecho de la audiencia nacional, delicias cárnicas directamente obtenidas de jueces que pasan por el yugo popular. Y si echan en falta algún producto vegetal, no desprecien la textura de nuestras famosas ensaladas de billetes lechuguinos: tendrán la sensación de que les roba el corazón y la cartera.
La bebida corre a cargo de la compañía. Pídala en el mostrador y abriremos la bodega para mostrarles formidables vinos de mesa. Recomendamos el tinto especial de la casa: cosecha de marzo de 2004, puro y sanguíneo de color, en boca amargo y de lágrima viva.
No se dejen engañar por la publicidad gratuita de los competidores. No fabricamos para otras marcas, somos únicos e irrepetibles. Seguiremos muy de cerca sus necesidades, no se molesten en pedirlo. Ahí estaremos para satisfacer su apetito de cara al público mientras entre bambalinas nos llenamos los bolsillos."
NOTA: Los pagos de sus pedidos se efectuarán por adelantado y en metálico. Envíen su dinero a la calle Génova número 13, apartado de correos 28004, Madrid.
Distinguirán nuestros locales por su radiante color azulado. Una hermosa gaviota de neón iluminará nuestros tejados. Seguro que ya habrán visto los carteles que decoran las farolas de las calles: ‘No vendemos las pieles de los osos antes de cazarlos’. Es el lema que abandera la política de empresa. 'PePe Pizza' ha aterrizado en el mercado, abandonen esa dieta izquierdista tan inútil y opresora, apriétense el corsé señoritas de alta cuna, llegó la hora de poner fin al monopolio de los banquetes de comuna.
Para abrir boca, apunten deprisa. Jueves de risa en 'PePe Pizza', toda nuestra carta a mitad de precio. Recomendamos pizzas con masa clásica, distinguidas bases rojigualdas rellenas de jugosa salsa eclesiástica. Bocatto di Cardinale para los paladares más exigentes.
Los primeros ingredientes, mejor picantes. Una fina capa de petróleo del cantábrico aderezada con encubrimiento informativo. Los clientes gallegos agradecerán que nos acordemos de sus platos tradicionales. Por encima, unos champiñones de las Azores al vapor de metralla imperialista. Son nuestras propias armas de degustación masiva.
Prometemos una auténtica explosión de sabores con los siguientes condimentos. Salpimentamos nuestras pizzas y las cubrimos con néctar de prevaricación y cohecho. Agregamos adobo y picadillo desde el lecho de la audiencia nacional, delicias cárnicas directamente obtenidas de jueces que pasan por el yugo popular. Y si echan en falta algún producto vegetal, no desprecien la textura de nuestras famosas ensaladas de billetes lechuguinos: tendrán la sensación de que les roba el corazón y la cartera.
La bebida corre a cargo de la compañía. Pídala en el mostrador y abriremos la bodega para mostrarles formidables vinos de mesa. Recomendamos el tinto especial de la casa: cosecha de marzo de 2004, puro y sanguíneo de color, en boca amargo y de lágrima viva.
No se dejen engañar por la publicidad gratuita de los competidores. No fabricamos para otras marcas, somos únicos e irrepetibles. Seguiremos muy de cerca sus necesidades, no se molesten en pedirlo. Ahí estaremos para satisfacer su apetito de cara al público mientras entre bambalinas nos llenamos los bolsillos."
NOTA: Los pagos de sus pedidos se efectuarán por adelantado y en metálico. Envíen su dinero a la calle Génova número 13, apartado de correos 28004, Madrid.
Prescripciones:
Píldoras contra la ignorancia
Un día más...
Hoy, que la crisis de los bancos se atreve a disfrazarse de social. Hoy, que las colas del inem dan vueltas a manzanas. Hoy, que el ladrillo se fabrica con arcilla y avaricia. Hoy, que las canas se plantean como millonaria jubilación anticipada… aún eres la fortuna más valiosa.
Hoy, que los movimientos sísmicos bailan al son de los políticos. Hoy, que las lluvias torrenciales ahogan los llantos de socorro. Hoy, que zapateros y opositores se inmolan en parlamentos. Hoy, que ancianos con sotanas meten mano a feligreses… sigues siendo mi noticia de portada.
Hoy, que los niños crecen imitando a cristianos ronaldos. Hoy, que los condones se fabrican para la etapa puberal. Hoy, que las niñas se depilan a la brasileña a los catorce. Hoy, que el sexo virtual forma parte del texto constitucional… aún eres la muñeca más codiciada.
Y déjame que te diga que hoy, las balas del ejército son de frambuesa. Las armas de destrucción masiva están rellenas de nata. Los arsenales nucleares almacenan jamón y vino tinto. Y los torpedos submarinos hacen cosquillas a las balsas… porque tus labios guardan toda la pólvora fabricada.
Y déjame que te cuente que hoy, en los cumpleaños se fuma hasta el chocolate de las tartas… pero tú eres la droga que más engancha.
Y los mapas mochileros osan buscar las rutas más escondidas… pero tú eres mi rincón preferido del planeta.
Y son yasmines las que montan aladdines en sus alfombras voladoras… pero tú eres la princesa de mis cuentos.
Hoy, que los movimientos sísmicos bailan al son de los políticos. Hoy, que las lluvias torrenciales ahogan los llantos de socorro. Hoy, que zapateros y opositores se inmolan en parlamentos. Hoy, que ancianos con sotanas meten mano a feligreses… sigues siendo mi noticia de portada.
Hoy, que los niños crecen imitando a cristianos ronaldos. Hoy, que los condones se fabrican para la etapa puberal. Hoy, que las niñas se depilan a la brasileña a los catorce. Hoy, que el sexo virtual forma parte del texto constitucional… aún eres la muñeca más codiciada.
Y déjame que te diga que hoy, las balas del ejército son de frambuesa. Las armas de destrucción masiva están rellenas de nata. Los arsenales nucleares almacenan jamón y vino tinto. Y los torpedos submarinos hacen cosquillas a las balsas… porque tus labios guardan toda la pólvora fabricada.
Y déjame que te cuente que hoy, en los cumpleaños se fuma hasta el chocolate de las tartas… pero tú eres la droga que más engancha.
Y los mapas mochileros osan buscar las rutas más escondidas… pero tú eres mi rincón preferido del planeta.
Y son yasmines las que montan aladdines en sus alfombras voladoras… pero tú eres la princesa de mis cuentos.
Prescripciones:
Jarabes para el desamor
jueves, 8 de abril de 2010
La triste realidad...
Yo… me avergüenzo de teneros en mi árbol genealógico. En mis tripas se forman nudos marineros cada vez que os hago compañía. Pagaría el producto interior bruto de un país civilizado para no volver a respirar a vuestra vera.
La felicidad es tan efímera que se mea en la barrera del sonido. Sin embargo, cada vez que la cazo, me la follo por todos sus malditos agujeros. Y si la dejo embarazada, que dé a luz. Pagaré la manutención con la elegancia que tanto os falta.
Tú…, sin embargo, calibras las dosis de felicidad como un vaivén meteorológico. Cuentas anticiclones con los dedos de una mano, y sumas tantos vendavales que podrías llenar enciclopedias. Y no es triste, es inhumano.
Administras tus vacunas con jeringas de cicuta. Pero tienes las arterias tan repletas de veneno, que tu cuerpo desarrolla enfermedades autoinmunes. Y no palpita el corazón, más bien se arrastra por el suelo.
Él… suda complejo de inferioridad por todos los poros de su cuerpo. Muerto está el tictac de su reloj vital. Quedó tan atrás su generosidad que habría que buscarla en la placenta. Tiene tantas ganas de enfermar que la obsesión complacerá sus súplicas.
No valora lo único que tiene, y cuando prueba, mete pata, tronco y cráneo hasta el fondo. Confía en hacerlo tan maravillosamente bien, que la triste realidad se parte el culo.
Nosotros… tenemos en común un apellido y un destino: de aquí a cien años, todos bajo tierra.
Vosotros… tenéis en común dos apellidos y cinco mil trastornos. Sois el mejor ejemplo de lo que no hay que imitar. Pero sé que lloráis por dentro, tanto, que un día necesitaréis flotadores. Amáis tanto vuestro ego que no os queda nada para repartir. Os merecéis tanto, y tan duro, que a veces me hace daño sólo pensarlo. Y el rebufo de la felicidad ya os ha dejado en la cuneta. Justicia poética, volved a buscarla.
Ellas… solo esperan un perdón y un “te quiero”.
Felices divorcios.
La felicidad es tan efímera que se mea en la barrera del sonido. Sin embargo, cada vez que la cazo, me la follo por todos sus malditos agujeros. Y si la dejo embarazada, que dé a luz. Pagaré la manutención con la elegancia que tanto os falta.
Tú…, sin embargo, calibras las dosis de felicidad como un vaivén meteorológico. Cuentas anticiclones con los dedos de una mano, y sumas tantos vendavales que podrías llenar enciclopedias. Y no es triste, es inhumano.
Administras tus vacunas con jeringas de cicuta. Pero tienes las arterias tan repletas de veneno, que tu cuerpo desarrolla enfermedades autoinmunes. Y no palpita el corazón, más bien se arrastra por el suelo.
Él… suda complejo de inferioridad por todos los poros de su cuerpo. Muerto está el tictac de su reloj vital. Quedó tan atrás su generosidad que habría que buscarla en la placenta. Tiene tantas ganas de enfermar que la obsesión complacerá sus súplicas.
No valora lo único que tiene, y cuando prueba, mete pata, tronco y cráneo hasta el fondo. Confía en hacerlo tan maravillosamente bien, que la triste realidad se parte el culo.
Nosotros… tenemos en común un apellido y un destino: de aquí a cien años, todos bajo tierra.
Vosotros… tenéis en común dos apellidos y cinco mil trastornos. Sois el mejor ejemplo de lo que no hay que imitar. Pero sé que lloráis por dentro, tanto, que un día necesitaréis flotadores. Amáis tanto vuestro ego que no os queda nada para repartir. Os merecéis tanto, y tan duro, que a veces me hace daño sólo pensarlo. Y el rebufo de la felicidad ya os ha dejado en la cuneta. Justicia poética, volved a buscarla.
Ellas… solo esperan un perdón y un “te quiero”.
Felices divorcios.
Prescripciones:
Píldoras contra la ignorancia,
Recetas personalizadas
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