jueves, 22 de septiembre de 2011

Y sin embargo, se quieren...

Pensaba que todo estaba en orden en su vida.
Ya, claro.
Creía que las persianas de aquel cuarto se bajaban solas.
Como dando palmadas.
Estaba hecho un dandi frente al espejo del ascensor.
Se aflojó la corbata.
Salió dos horas antes de la reunión.
Y se encontró el salón patas arriba.
Exactamente igual que a su mujer.
Pero en el sofá, con otro dandi encima.

1 comentario:

Unknown dijo...

tengo que decirlo, este es el rinconcito más lindo que he conseguido en internet hoy =) me gusta tu blog =)

http://matandolasnormas.blogspot.com/