Un cruasán con el perfil de tu sonrisa.
Una nube con la forma de tu pubis.
Un cielo rasurado como el ídem.
El después de las arrugas.
(En sábanas, en comisuras).
Tus hoyuelos.
Tu cuarto menguante.
Tu lengua creciente.
Un mapa topográfico de tus lunares.
La mitad de tus arañazos en la espalda.
(La otra mitad la dejamos para luego).
Un paracaídas con tu falda más corta.
Una dosis del sedante de tus labios.
Una toalla que lamiera tu epidermis.
Vestuario estampado con tus dedos.
Calzado adecuado para seguir tus huellas.
Tu primer quién te tuviera.
Tu último quiero tenerte.
Tu próximo quiero que vuelvas.